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En las elecciones del pasado mes de julio Reino Unido votó por el cambio. El partido laborista lograba una importante victoria electoral, al obtener, con un total de 412 escaños, una holgada mayoría en el Parlamento. El líder de los laboristas, Keir Starmer, se convertía en el nuevo primer ministro, poniendo fin de esta manera a 14 años de gobiernos conservadores presididos, sucesivamente, por David Cameron, Theresa May, Boris Johnson, Liz Truss y Rishi Sunak. Este cambio político abre un período de reformas en materia laboral bajo el lema ‘Make Work Pay’ y la referencia, altamente simbólica, a un ‘New deal for Working People’.